Efectivamente muchos animales tienen desarrolados varios de sus sentidos por encima de las posibilidades humanas. De hecho en los experimentos parapsicologicos y en el espiritismo se ponían en las sesiones de mediumnidad, gatos, serpientes y otros animales, además de sensores ultrasónicos e infrarrojos, para detectar dichas presencias. Y efectivamente cuando acudían estos “fantasmas” los animales cambiaban su comportamiento erizaban el pelo o entraban en pánico, detectando dicha presencia.
Una de las prácticas más comunes en las investigaciones parapsicológicas era someter a un sujeto a una fase profunda de sueño. Cuando los polígrafos adosados en su cabeza marcaban una fase REM de sueño profundo se le pedía al sujeto que abandonara su cuerpo y entrara en la habitación contigua, donde se habían puesto unos objetos diversos así como los animales y los sensores ultrasónicos que invariablemente detectaban el cuerpo astral del individuo que se había desdoblado. Luego se despertaba al testigo y describía con precisión los objetos que habían sido depositadas en la estancia. En todos los casos los animales utilizados detectaban dicha presencia.
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