La ayuda de estos seres es absolutamente impresionante y muy dificil de comprender con los valores humanos. Nuestra cultura acepta como real lo que puede percibirse con los cinco sentidos humanos. El sexo sentido o la realidad astral, según la ciencia y la religión es cosa de brujas o de embaucadores.
Lo que voy a contaros es aun más inverosimil, pero quizás pueda estimular la imaginación de los más predispuestos a aceptar nuevos valores. Lo que es evidente que los sistemas culturales, religiosos y políticos han fracasado y la humanidad esta peor que nunca, incluso como se afirma desde la propia ciencia, nos acercamos a la sexta extinción y al autoaniquilamiento de la raza.
“ No podía dormir. La pálida luz de la luna se reflejaba en las sábanas de nuestro dormitorio. Mi esposo dormía profundamente con un leve ronquido. Pasaban los minutos y no había forma de conciliar el sueño. De repente una luz tenue de color blanco, azulado comenzo a penetrar por la ventana. La habitación se iluminó en tonos violetas formando remolinos de color a mi alrededor. Una extraña calma me compentró. Por unos segundos me encontraba en la gloria, relajada y con la mente en paz.
Primero apareció una silueta brillante ante mi, luego fueron dos más. Tres seres bellísimos me miraban. No estaba soñando. Eran tan reales como yo misma. Uno de ellos tocó mi frente y sencillamente todo desapareció de la vista. De repente estaba a bordo de una nave espacial. Varios seres no humanos se movían entre pantallas, botones y artilugios extraños. Todos atendían su trabajo sin preocuparse de mi presencia. Una mujer bellísima de pelo negro, con ojos rasgados y una suave sonrisa me miró y me dijo: - Vamos a penetrar en la estancia de los durmientes.
No entendía nada ¿Quieres eran esos durmientes? Y a que estancia se refería.
Estamos penetrando en un gran satélite artificial que orbita entre Marte y Júpiter donde están nuestros hermanos en misión sobre tu planeta.Seguía sin comprender lo que aquella mujer quería decirme. Poco a poco vi como nos acercábamos a una especie de planeta metálico de color gris plateado. Se parecía a imágenes espaciales de la Guerra de las Galaxias.
Luego salimos de la nave y caminamos por un pasillo con luz tenue hasta llegar a una gran sala repleta de una especie de ataúdes con una ventana por donde salía una pequeña luz blanquecina. Me acerqué a los dos más próximos y miré por el ventanuco. Dentro había un anciano con pelo y barba blancos. Parecía dormido. Su frente era amplia y su porte silencioso emanaba aristocracia. Mire en el que estaba a su lado y había otro ser muy parecido, anciano con pelo y barba blancos, dormido y reposado que en la misma manera irradiaba una extraña vibración. Había cientos de sarcófagos alineados sobre el pasillo y por lo que pude ver podrían ser miles puesto que a esta primera sala le seguían otras tantas. La mujer se giró hacia mi mirándome con un sentimiento de amor sublime.
- “Estos dos seres que están viendo son los patriarcas Enoc y Elías, seres superiores que fueron sacados de tu planeta hace milenios por nuestras naves. En vuestros textos sagrados decís que eran “carros de fuego” Sus cuerpos están en estado letárgico. Como si estuvieran muertos. Pero su alma está separada de su cuerpo, compenetrando a seres humanos que caminan entre vosotros. Están inspirando, impulsando y dictando a uno o varios seres humanos, aportando conciencia, conocimiento y emociones del programa de la Suprema Inteligencia. Están en servicio. Como estos hay miles de durmientes que duermen aquí, pero viven dentro de seres vivos en el planeta. Los seres compenetrados comienzan a notar que sus pensamientos, conocimientos y emociones no son suyos sino de otro espíritu. Se sienten superiores e intentan crear conciencia, verter conocimiento y valores que provienen de estos durmientes. Hay durmientes que permanecen siglos, incluso milenios en este estado ayudado al planeta. Son entidades superiores que están sirviendo en silencio con amor y sabiduría. Su sacrificio es inmenso, pero así elevan sus espíritus ayudándoles a evolucionar a estados superiores de conciencia”
Recorrí la sala de la mano de mi anfitriona y curiosamente vi a más de un durmiente que eran exactamente iguales que personas que yo había visto en mi ciudad. Alguno de ellos incluso eran personas relevantes que ocupaban puestos claves en la política y la docencia.
Volvimos a la nave, uno de estos seres tocó de nuvo mi frente y lo último que recuerdo es verme de nuevo en la cama, observando como se apagaba la presencia de aquellos seres, retornando el plateado resplandor de la luna. No lo soñé. Fue algo real que dejó una huella profunda en mi alma”
Esta experiencia vino a nuestro “consejo de visiones” de una persona que quiso permanecer en el anonimato, pero de la que puedo dar testimonio de seriedad y honestidad.
En todas las culturas religiosas o espirituales se narran hechos fantástico de bilocación; es decir, seres que son vistos en dos sitios a la vez mediando distancias de incluso kilómetros. Tal es el ejemplo de los santos de la Edad Media como San José de Copertino, San Antonio de Padua, San Ambrosio, San Francisco Javier y otros tantos, no solo en esta cultura sino en otras diversas. Normalmente la bilocación se da en seres ejemplares, caritativos o debotos. Seres que influyen con su ejemplo en la conciencia colectiva, incluso en forma más sutil, su vibración eleva la propia vibración del planeta.
Si leeis los testimonios de los abducidos de nuestro tiempo que recogen autores como John E. Mack, David Jacobs, Karla Turner o Jim Sparks, por citar algunos, todos ellos hablan de cómo los abducidos presenciaron como estos alienígenas de diversas razas y aspectos, duplicaban o clonaban a un ser y ese doble lo llevaban a otro lugar del planeta; es decir, producían una bilocación, tal y como lo hicieran en la Edad Media con los santos antes citados, pues esta práctica es tan vieja como el propio hombre.
Como hemos leído con anterioridad la propia Linda Porter vió como introducían el alma de una persona en otro que estaba muriendo, situando a este último en otro lugar del planeta con la memoria borrada de su origen y con una nueva personalidad. O como narra Ted Rice en el libro “La mascarada de los ángeles” como a la edad de cuatro años fue abducido, muerto y su alma introducida en un clon exacto al propio Ted, pero ese nuevo ser estaba dotado de más capacidades psíquicas.
Si leeis los libros del “Material de Ra” veréis como son millones de almas que desde otros planetas y con una conciencia más elevada, deciden reencarnar en nuestro plano para producir un servicio de ayuda y subir asimismo la vibración del planeta.
Según estos alinígenas superiores, ellos compenetraron a Leonardo da Vinci o al propio Tesla, por citar dos genios distanciados en el tiempo y como afirmaba Andrija Puharich, fue el representante de la civilización del planeta Hoova, conocido por el nombre de Heovha o Yavhe, quien compenetró el cuerpo del Nazareno.
Estos seres influyeron en la mente de Ronald Reagan y Gorvachov para terminar con la “guerra fría” y crear la Perestroika. Y se han introducido en numerosas ocasiones en la mente del mùsico en los sueños de un gran poeta o han inspirado teoremas y formulas decisivas para el progreso humano, a traves de científicos y hombres de ciencia. Como decía el genio matemático Srinivasa Ramanujan, el aplicaba las fórmulas que le revelaba su diosa.
Estos seres han protegido al planeta de las radiaciones cósmicas, que podrían haber extinguido a la Humanidad, poniendo escudos electromagnéticos de dimensiones varias veces superiores a la Tierra.
Quiero trasladar un artículo del Diario Sur de Marbella, de Jon Sedano, de Pedro el Sabio, el vecino de Ojén que 'hablaba' con extraterrestres….
“La localidad de Ojén se ha convertido en más de una ocasión en objeto de avistamientos ovni, según apuntan varios medios especializados. Una de esas 'visitas' tuvo lugar, al parecer, a comienzos del siglo XX. Pedro el Sabio fue el apodo que los vecinos del municipio dieron a Pedro Cortezo, un campesino que pasó de no tener conocimientos más allá de los ligados a la naturaleza, a dominar temas que eran difíciles de saber en aquellos tiempos.
El periodista de SUR F. M. Martel dedicaba el viernes 26 de enero de 1968 una página al misterioso hecho. Según explica la crónica del momento, Pedro era un hombre humilde, casado y sin hijos, que dedicaba su vida a cuidar de sus cabras en los montes cercanos a la localidad. Pero un día, mientras esperaba sentado a que su ganado pastara, un extraño hombre salió de los matorrales, le saludó y se sentó junto a él. Martel indicaba que Pedro «supo aquel día cosas extraordinarias sobre la Tierra», como que «había sido protegida desde hacía milenios por seres extraterrestres». Su relato ha sido recuperado recientemente por revistas y programas dedicados a la ufología y lo paranormal.
Aunque el protagonista de la historia no se creyó en un principio lo que le decía el forastero, poco a poco y tras una larga conversación, fue aceptando lo que le contaba. Le explicó que su raza milenaria se había dedicado a proteger el planeta desde tiempos inmemorables, siendo los causantes de que los mamuts hubieran fallecido congelados (al destruir un segundo satélite que ponía en peligro la Tierra) y que gracias a ellos existían las estaciones, ya que se habían encargado de mover el eje de la Tierra 130º respecto a los 90º iniciales que tenía.
¿Por qué Pedro? Según le explicó el misterioso ser, su disposición y alma bondadosa le habían convertido en un «amigo» para esta raza de seres inteligentes. Además, entre las anécdotas le contó que también destruyeron un cometa llamado Biela, que cayó en la zona de Siberia, un hecho que no se conocería, en principio, hasta años después de la conversación.
Después del extraño encuentro, Pedro regresó a su pueblo, pero algo en él había cambiado según apuntaban los vecinos de la zona. Comenzó a frecuentar con mayor asiduidad la iglesia y pese a que inicialmente se burlaban de lo que narraba, cuando empezó a demostrar un mayor conocimiento y a vaticinar sucesos que misteriosamente ocurrían, la gente le empezó a tomar en serio y a apodar Pedro el sabio.
Sus encuentros con los misteriosos seres se seguían dando, eso sí, siempre en la montaña. Al volver de uno de ellos explicó que sus 'nuevos amigos' le habían invitado a viajar con ellos y que había aceptado. El misterio se alimentó cuando tiempo después, Pedro desapareció”
Estos seres son nuestros padres genéticos y de ninguna manera van a abandonar su siembra. Nos ayudaron, nos ayudan y nos ayudaran, puesto que esta ayuda es una constante en el Universo dictada por el amor de la Suprema Inteligencia”
Vídeo sobre la historia de Pedro el Sabio:
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